La disciplina de Sta. Gema

Para practicar la mortificación de los sentidos, Sta. Gema había recurrido al látigo y al cilicio y a la disciplina (cuerda de nudos y púas) con que ella se ceñía apretadamente. Muy frecuentemente el dolor de esas púas picudas penetrándole en la carne causaron que se desmayara.